Comunicación no sólo aquí y ahora, sino a lo largo del tiempo. En la educación del niño sólo se quiere que aprenda a comunicarse (comprensión y expresión), que el niño sepa hablar y comunicarse, leer y escribir.
El ser humano trata de explicar su lengua. Toda la vida se basa en la comunicación, hay dos tipos: - Sincrónica y - Acrónica.
Todo ser humano tiene una capacidad comunicativa, que es innata, pero se debe desarrollar y hay dos formas:
- Forma natural: E contacto con los demás.
- Forma sistemática: La entrad de un sistema comunicativo, de acuerdo con las ideas y metodologías de un momento determinado.
Esta capacidad comunicativa que necesitamos desarrollar hace que tengamos que adquirir una
competencia comunicativa.
- Competencia Lingüística: Conocimiento intuitivo que los hablantes poseemos acerca de la lengua, de forma natural. Nos permite producir y entender un número infinito de enunciados. Con una base biológica que nos da nuestro cerebro.
- Competencia Comunicativa o Pragmática: Conocimientos gramaticales y no gramaticales o extralingüísticos (contextuales, sociales, culturales) que el hablante debe poner en juego para producir y comprender enunciados lingüísticos correctos y adecuados a cada situación comunicativa. Es adquirida, se desarrolla desde los primeros niveles educativos.
La competencia comunicativa se pone de manifiesto en la
actuación, que son los actos de habla que emitimos en nuestra comunicación.
1. LA COMUNICACIÓN.
Es un proceso individual mediante el cual se transmite una información, valiéndose de una serie de elementos físicos, y por tanto perceptibles, a los que llamamos signos.
La comunicación supone un acto consciente por parte del emisor y de adjudicarle un significado por parte del destinatario.
1.1 ELEMENTOS.
La comunicación se produce entre dos seres humanos, teniendo en cuenta un determinado
contexto (circunstancias donde se desarrolla este acto comunicativo) físico, social o cultural, ante unos determinados hechos, situaciones, objetos, conceptos, sentimientos,... lo que es el
referente. Y partiendo del referente nos encontramos con el primer elemento de la comunicación: el
emisor es el que elige las unidades de la lengua adecuadas, las ordena, constituye con ello el
mensaje y lo emite o dirige a una persona que es el
destinatario, es a quien va el mensaje de forma expresa, este lo descodifica y responde, con lo que el emisor anterior es destinatario y viceversa. Este mensaje se transmite a través del
canal, que es la vía que elige el emisor para que se transmita su mensaje. Para establecer la comunicación se necesita un
código, que es un conjunto de signos de significado común para emisor y destinatario.
Hay dos procesos:
- Proceso Onomasiológico: Mediante el cual el emisor codifica su mensaje. El momento en el que la comunicación va del emisor al destinatario. Es un doble proceso: psicológico porque elige qué quiere decir, fisiológico porque tiene que articular y físico porque se transmite por el aire.
- Proceso Semasiológico: Es físico porque es por el aire, fisiológico porque el destinatario lo recibe por su oído y psicológico porque entiende el mensaje.
Retroalimentación: Si el destinatario contesta y se repite la comunicación a la inversa.
Dentro de la comunicación se debe tener en cuenta:
Ruidos: Toda perturbación que pueda producirse en cualquier punto del circuito comunicativo alterando el contenido de la información. Ejemplo: coches, personas sordas,...
Para compensar los ruidos introducimos un elemento que es la Redundancia: Información excesiva, a veces innecesaria y otras veces no, que introduce el emisor para compensar los ruidos.
Recodificar: Como entiendes el mensaje, añadiendo tu propia información.
Ejemplo: Paquetes de tabaco.
Emisor: Ministerio de Sanidad.
Referente: La salud relacionada con el tabaco.
Mensaje: Lo que pone en los paquetes.
Destinatario: Los fumadores.
Canal: Cajetilla.
Código: La lengua española.
Recodificamos el mensaje añadiendo nuestra información: sí conocemos a alguien,...